One person’s advice inspired this movement.
He taught me more in 45 minutes than anyone had in 18 years. He explained to me that regardless of a job title or how someone dresses, we are all human. Being afraid to engage with someone based on his or her title or appearance is a missed opportunity.
And just as this advice helped me reach the White House, it should be applied in engaging one of the three billion people living in poverty on planet earth today.
If we can suspend judgment and admit how little most of us really know about poverty, we can start asking the pivotal questions needed to be real partners in addressing this crisis.
Él me enseñó en 45 minutos lo que nadie me ha enseñado en 18 años. Él me explicó que a pesar de un puesto de trabajo o cómo alguien se viste, todos somos humanos. Tener miedo a comprometerse con alguien basado en su título o apariencia es una oportunidad perdida.
Y tan sólo como este consejo me ayudó a alcanzar la Casa Blanca, debería ser aplicado en comprometer uno de los tres billones de personas viviendo en pobreza en el mundo actualmente.
Si pudiéramos suspender el juicio y admitir lo poco que la mayoría de nosotros realmente sabe acerca de la pobreza, podríamos comenzar a hacer las preguntas fundamentales necesitadas para ser compañeros reales frente a ésta crisis.
El me enseñó más en 45 minutos que lo que nadie en 18 años. Me explicó que mas allá del título laboral o como uno se viste, somos todos humanos. Temer comprometerse con alguien basado en su título laboral o su apariencia es una oportunidad desperdiciada.
Y tal como este consejo me ayudó a llegar a la Casa Blanca, debería ser aplicado para conectar con uno de los tres billones de personas que viven en la pobreza en el planeta tierra hoy en dia.
Si podemos no juzgar y admitir que poco cada uno de nosotros realmente sabe acerca de la pobreza, podemos comenzar a realizar las preguntas pivotantes necesarias para ser socios reales con respecto a esta crisis.