If Nancy Meyers ever decided to dabble in gothic romance, it probably would turn out to be something like "The Face of Love".
The filmmaker, Hollywood's premier purveyor of onscreen décor porn who specializes in chronicling the humorous fantasy lives of the rich and heartbroken in such hits as "Something's Gotta Give" and "It's Complicated", would be right in her glossy wheelhouse amid the well-appointed domiciles on display in this Los Angeles-based outing.
She likely would also approve of the tasteful professions of the two central characters: A house stager hired by realtors to make empty abodes feel cozy and an adjunct art professor who paints large, sun-lit portraits.
Si Nancy Meyers alguna vez hubiera hecho una incursión el el romance gótico, probablemente hubiera realizado algo como "The Face of Love (La Cara del Amor)".
La productora, principal proveedora de porno de Hollywood, se especializa en realizar crónicas de fantasía humorística sobre las vidas de los ricos y despechados en éxitos como "Something's Gotta Give" y "It's Complicated", sería justo en su puente de mando, el los domicilios, bien equipados, que se exhiben a la salida de Los Ángeles.
Probablemente ella también aprobaría las exquisitas profesiones de los dos personajes principales: Un amo de casa contratado por agentes inmobiliarios para hacer parecer las casas acogedoras y un profesor de arte adjuntos que pinta grandes retratos.
The casual-chic, over-50 garb worn by the leads would definitely pass muster, too.
But style is easy. Substance is hard. Even Meyers might be stymied by what to do with the all-too-convenient twists and turns of this morbidly warped melodramatic story about a grief-stricken, middle-aged widow who decides to take a second chance on love with a man who is the spitting image of her late husband. Certainly, "The Face of Love"'s actual director Arie Posin, is hard-pressed to turn the repercussions of what is essentially a ghoulishly despicable act of deception into something that an audience would want to witness—let alone feel sympathy about its clearly doomed outcome.
El autuendo, casual y elegante de más de 50 años, empleado por los conductores sin duda pasa el examen también. El estilo es fácil, el contenido es lo divicil. Incluso Meyers podría verse obstaculizada por los convenientes giros y vueltas en esta historia melodramática, mórbida y deformada sobre una viuda de mediana edad; desconsolada, la cual decide darse una segunda oportunidad en el amor con un hombre, el cual es la viva imagen de su difunto marido. Ciertamente, el actual director de "The Face of Love", Arie Posin, es fuertemente precionado para activar las pasiones de algo que es escencialmente un acto desesperado, macabro y despeciable que busca introducir al publico en un querrerer ser testigo; y en una no simpatia acerca de la condenada.