In a country where concepts like uniformity and social cohesion are praised from kindergarten to retirement, and where those who seek out their own paths are considered quirky at best and troublesome renegades at worst, it is difficult for young professionals in Japan to stand out and make a name for themselves. For men especially, who more often than not must don the same black suit, white shirt and neutral-colored necktie combo as their millions of peers, it’s easy to become just another face in the commuter crowd.
But a new generation of young businessmen has recently started bucking social trends in order to do precisely what they were always discouraged from: stand out and get noticed.
Pero una nueva generación de jóvenes empresarios ha comenzado recientemente a enfrentarse a las tendencias sociales con el fin de hacer precisamente lo que siempre fueron disuadidos de hacer: sobresalir y hacerse notar.
Pero una nueva generación de jóvenes empresarios ha comenzado recientemente a oponerse a las tendencias sociales para lograr precisamente lo que siempre fueron disuadidos de no hacer: destacarse y hacerse notar.
Pero una nueva generación de jóvenes empresarios ha comenzado recientemente a sacudir las tendencias sociales para hacer precisamente aquello para lo que nunca fueron motivados: destacarse y hacerse notar.