There are no great physical comedians any more.
This isn’t to say that physical presence isn’t a part of today’s comedy: it is. It’s impossible, for instance, to think of Louis C.K.’s humor without imagining his bear-like girth along with it. It’s difficult to think of laughing at Kristen Wiig without also thinking of her tiny frame (and of the wild gesticulations she is capable of). And Melissa McCarthy’s body is as much a part of her humor as her mouth or her mind. But this isn’t really the same as making your body do funny things, an art neglected of late.
Esto no quiere decir que la presencia física no sea una parte de la comedia actual: lo es. Es imposible, por ejemplo, pensar en el humor de Louis C.K. sin imaginar su cintura semejante a la de un oso. Es difícil pensar en reír de Kristen Wiig sin tampoco pensar en su diminuta figura (y de las salvajes gesticulaciones de las que es capaz). Y el cuerpo de Melissa McCarthy es tan parte de su humor como su boca o su mente. Pero esto no es realmente lo mismo que hacer a tu cuerpo realizar cosas graciosas, un arte desatendido este último tiempo.
Esto no quiere decir que la presencia de lo físico no sea parte de la comedia hoy en día: Lo es. Es imposible, por ejemplo, pensar sobre el humor de Louis C.K sin imaginar su circunferencia como de oso. Es difícil pensar el reírse con Kristen Wiig sin pensar de su pequeño cuerpo (y las salvajes gesticulaciones de las que es capaz). Y el cuerpo de Melissa McCarthy es tan importante para su humor como lo es su boca o su mente. Pero esto no es lo mismo que el hacer cosas divertidas con tu cuerpo, un arte descuidado de tarde.
We have our Steve Martins and Jim Carreys, but they and other comedians of their type tend to follow a trajectory that leads them away from their slapstick roots, toward more subdued romantic comedy, even realistic drama.
Pure physical comedy once ruled the roost. If you want proof of this, you can find no better example of it than the work of Harold Lloyd, whose 1923 classic Safety Last! was released last week on DVD and Blu-Ray by Criterion.
The kind of laughing you do during this film, and in fact the laughing you do during most comic films of the silent era, is more pure and often more whole-hearted than the kind of laughing you might do during contemporary comedies.
La comedia física pura alguna vez dominó el gallinero. Si quieren prueba de esto, no hay mejor ejemplo que el trabajo de Harold Lloyd, cuyo clásico Safety Last!, del año 1923, fue lanzado la semana pasada en formato DVD y Blu-Ray por Criterion.
La risa que nace durante esta película, y de hecho el tipo de risa que nace durante la mayoría de las comedias del cine mudo, es más pura y frecuentemente más sincera que la que brota durante las comedias contemporáneas.
Comedia física pura solía gobernar el gallinero. Si quieres pruebas de esto, no puedes encontrar mejor ejemplo que el trabajo de Harol Lloyd, cuyo clásico de 1923 Safety Last! fue liberado la semana pasada en DVD y Blu-Ray por Criterion.
El tipo de risa que haces durante esta película, y el hecho de que la risa que haces al ver la mayoría de las películas cómicas de la era silenciosa, es más pura y llena de corazón que el tipo de risa que uno puede tener durante las comedias contemporaneas.