Love is a paradox. Its force, argues the philosopher Michael Hardt, derives from contradiction. On the one hand, love is an attachment: the strongest and most unshakeable relationship you can have with another person. On the other, love is an explosion: an event that marks you for life, an irrevocable division between then and now. Love is the ultimate union and the ultimate rupture at once.Love, for all its mystery, has of course been one of the great subjects of Western art, and its many varieties – courtly love, erotic love, filial love, divine love – have been depicted through Greco-Roman allegory, Romantic iconography or harsh realism.
El amor es una paradoja. Su fuerza, argumenta el filósofo Michael Hardt, se deriva de la contradicción. Por una parte, el amor es una atracción: la relación más fuerte y más inquebrantable que puede tener con otra persona. Por otro, el amor es una explosión: un evento que te marca de por vida, una división irrevocable entre entonces y ahora. El amor es la unión definitiva y la ruptura definitiva a la vez.El amor, con todo su misterio, ha sido, por supuesto uno de los grandes temas del arte occidental, y sus muchas variedades - el amor cortés, el amor erótico, el amor filial, el amor divino - se han representado a través de la alegoría grecorromana, la iconografía romántica o duro realismo.
Until recently, that is. Love is still the principle obsession of songwriters and filmmakers, but among artists love went somewhat out of fashion in the central decades of the 20th Century. Until recently, artists have seemed more comfortable investigating sex, and the social and political dimensions of the body, than the disruptive, unpredictable phenomenon of love. Yet today love is back on view in the galleries, and often in disarmingly candid guises.
Hasta hace poco, eso es. El amor sigue siendo el principio de la obsesión de los compositores y directores de cine, pero entre los artistas amor fue algo fuera de moda en las décadas centrales del siglo 20. Hasta hace poco tiempo, los artistas se han sentido más cómodos investigando el sexo, y las dimensiones sociales y políticas del cuerpo, que el fenómeno perturbador, imprevisible del amor. Sin embargo, hoy el amor está de vuelta en la vista en las galerías, y con frecuencia en sentidos desarmantes.
This movie opens with a montage featuring a selection of African-Americans getting ready to leave their homes for the day. Radio and television audio feeds on the soundtrack place the time as Election Day, 2012. One hears President Obama's voice, and Mitt Romney's. The ordinary images connote "ordinary people" while the urgently edited soundbites say "extraordinary times," maybe. As a few interviewees soon make clear, it's also the place that's important: Maryland. It was in this state, one-third of whose residents are African-American, that a state referendum on same-sex marriage was proposed and, on that election day, passed.
Esta película se abre con un montaje de una selección de afroamericanos a punto de salir de sus casas por el día. La radio y la televisión de audio se alimenta de la banda sonora de lugar en tiempo del Día de las Elecciones de 2012. Se oye la voz del presidente Obama y Mitt Romney. Las imágenes ordinarias connotan " a la gente común", mientras que los fragmentos de audio editadas con urgencia dicen "tiempos extraordinarios", tal vez. Algunos entrevistados pronto dejan claro, que también es importante el lugar: Maryland. Fue en este estado, donde un tercio de sus residentes son afroamericanos, que se propuso un referéndum estatal sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo y, en ese día de las elecciones, pasó.
Where the film stumbles—or more accurately, never stands up at all—is in the direction. I have admittedly not seen Kamaleswar Mukherjee's first two films, and so can't speak to whether this is an issue with his filmmaking in general, or whether this is specific to the challenges of working on a larger-than-customary scale in a foreign country, but literally every aspect of the work he does in "Mountains of the Moon" fails. The compositions are dull. The scenes are flimsy and shapeless. The pacing is the direct antithesis of what normally induces the excitement of adventure.
Cuando la película tropieza o más exactamente, nunca se pone de pie en absoluto es en la dirección. Yo la verdad es que no he visto las dos primeras películas de Kamaleswar Mukherjee, y por lo tanto no puedo hablar de si se trata de un problema con su cine en general, o si esta es específica de los retos de trabajar en una escala más grande de lo habitual en un país extranjero país, pero, literalmente, todos los aspectos de la obra que hace en "montañas de la luna" falla. Las composiciones son aburridos. Las escenas son endebles y sin forma. El ritmo es la antítesis directa de lo que normalmente induce la emoción de la aventura.
Continuing the litany would be gratuitous except to point out one recurrent peculiarity, which is that the world of "Mountains of the Moon" is one in which guns can apparently only be fired after running slowly for five minutes and then jumping, twisting backward, and firing two shots that miss by a mile. (This happens several times; it never occurs to anyone to stand, distribute their weight evenly, and aim for the center of their target.)
Continuando con la letanía debería ser gratificante excepto para señalar una particularidad recurrente, y es que el mundo de las "montañas de la luna" es aquella en la que las armas sólo pueden parecer ser despedidos después de correr lentamente durante cinco minutos y luego saltando, girando hacia atrás, y disparando dos tiros que se pierda por una milla. (Esto sucede varias veces, nunca se le ocurre a nadie a estar de pie, distribuir su peso de manera uniforme, y el objetivo para el centro de su objetivo.)
Shouldn't a legendary life of crime be more fun than this? "Bonnie & Clyde," airing over two consecutive nights on three channels (Lifetime, A&E, and The History Channel) snoozes instead of purring. With dialogue that over-explains every character motivation and plot point, too many melodramatic beats, and a story ripped far past its breaking point by a three-hour running time, this retelling of the saga of Clyde Barrow and Bonnie Parker serves little purpose other than to try to steal some ratings goodwill from recent cable mini-series hits like "Hatfields & McCoys."
¿Debería la legendaria vida del crimen ser más divertida? "Bonnie y Clyde" se transmitirá en dos noches consecutivas por tres canales (Lifetime, A&E, y The History Channel) somnoliento en lugar de ronroneo. Con el diálogo que explica detalladamente la motivación de cada personaje y su punto de la trama, demasiada emoción este melodrama explica la historia de rapto del pasado rompiendo records de 3 horas, esta historia recontada de la saga de Clyde Barrow y Bonnie Parker sirve un poco con el propósito de robar a los espectadores de las recientes miniseries de cable como ""Hatfields y McCoys"