Translator Reviews ( English → Spanish )
Rating: 50 / 1 Review / 06 Dec 2013 at 11:28
One adventure worth having, though, is a voyage to the Aeolian Islands off the north coast. The ancient Greeks and Romans called these islands the home of the winds, and their breezes offer some relief from the constant beat of the sun. One boasts the forge of the fire god himself: Vulcano, a volcanic island reachable by ferry or hydrofoil with sulfur baths and dark umber beaches.
Here, the intrepid and long-winded can climb to the top of the sleeping volcano that spewed forth much of the island and peer into the crater once said to be the entrance to Hades.
Una aventura que valía la pena tener, de todas formas, es un viaje a las Islas Eólicas fuera de la costa norte. Los antiguos Grecos y Romanos llamaron a estas islas el hogar de los vientos, y sus brisas ofrecen descanso del constante trajín del sol. Se alardean las forjas del mismísimo Dios del fuego: Vulcano, una isla volcánica a la que se puede llegar en un transbordador o aerodeslizador con baños de sulfuro y playas color ocre oscuro.
Aquí, los intrepidos y valientes pueden escalar hasta la cima del volcán durmiente que vomitó gran parte de la isla y ojear el cráter que alguna vez fue llamado la entrada al Hades.
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original
Una aventura que valía la pena tener, de todas formas, es un viaje a las Islas Eólicas fuera de la costa norte. Los antiguos Grecos y Romanos llamaron a estas islas el hogar de los vientos, y sus brisas ofrecen descanso del constante trajín del sol. Se alardean las forjas del mismísimo Dios del fuego: Vulcano, una isla volcánica a la que se puede llegar en un transbordador o aerodeslizador con baños de sulfuro y playas color ocre oscuro.
Aquí, los intrepidos y valientes pueden escalar hasta la cima del volcán durmiente que vomitó gran parte de la isla y ojear el cráter que alguna vez fue llamado la entrada al Hades.
corrected
Una aventura que vale la pena tener, de todas formas, es un viaje a las Islas Eólicas situadas frente a la costa norte. Los antiguos Griegos y Romanos llamaron a estas islas el hogar de los vientos, y sus brisas ofrecen descanso del constante trajín del sol. Se alardean las forjas del mismísimo Dios del fuego: Vulcano, una isla volcánica a la que se puede llegar en una barca o aerodeslizador que tiene baños de sulfuro y playas color ocre oscuro.
Aquí, los intrepidos y valientes pueden escalar hasta la cima del volcán durmiente que vomitó gran parte de la isla y ojear el cráter que alguna vez fue llamado la entrada al Hades.