One adventure worth having, though, is a voyage to the Aeolian Islands off the north coast. The ancient Greeks and Romans called these islands the home of the winds, and their breezes offer some relief from the constant beat of the sun. One boasts the forge of the fire god himself: Vulcano, a volcanic island reachable by ferry or hydrofoil with sulfur baths and dark umber beaches.
Here, the intrepid and long-winded can climb to the top of the sleeping volcano that spewed forth much of the island and peer into the crater once said to be the entrance to Hades.
Aquí, los intrepidos y valientes pueden escalar hasta la cima del volcán durmiente que vomitó gran parte de la isla y ojear el cráter que alguna vez fue llamado la entrada al Hades.
Aquí, el intrépido y de largo aliento puede subir a la cima del volcán dormido que escupió gran parte de la isla y asomarse al cráter que se decia que era la entrada al Hades.
Aquí, el intrépido y el de buen estado físico puede escalar a la cima del volcán dormido que vomito gran parte de la isla y sus compañeros dentro del cráter se dice que esta es la entrada a Hades.
Aqui, el intrépido puede escalar desde la punta del Volcán inactivo, alguna vez se dijo que era la entrada del Hades.
Though it hasn’t erupted in a century, Vulcano’s main crater is far from extinct, its peak smoking with sulfur from multiple exhaust holes and the giant divot of its mouth still muddy-looking and dangerous.
The rock that surrounds the crater is as brittle and sharp as ceramic. Signs warn that hikers should spend no more than a few minutes at the top, lest the fumes intoxicate or poison them. Still, with the wind blowing freely on the sweat spent making it up, the feeling and the view are well worth the scorching hour-long climb.
La roca que rodea el cráter es tan frágil y afilada como la cerámica. Las señales advierten que los excursionistas no deberían pasar más de unos cuantos minutos en la cima, para que los humos no los intoxiquen o envenenen. Aún así, con el viento soplando libremente contra el esfuerzo de llegar a la cima, la sensación y la vista son una gran recompensa de la abrasadora hora de escalada.
La roca que rodea el cráter es tan frágil y fuerte como la cerámica. Las señales advierten que los excursionistas no deben pasar más de unos pocos minutos en la parte superior, porque el humo puede intoxicarlos y envenenarlos. Aún así, con el viento que sopla libremente en el sudor logrando llegar a la cima, la sensación y la vista valen la pena el abrasador ascenso de una hora.