In the early days of the film, China still lives under an informal capitalism, but changes are in the wind. A neighborhood committee comes to question the landlady about her holdings, but is mollified to learn the courtyard is the property of the state, and she has lowered rents. These good citizens understand that the nation must change after the revolution. They do their best to go along, but what they do not understand is that no rational national plan exists. The political winds, which change direction from season to season, function only to bring an end to dissent and individuality--to create a climate of fear within which the country can be controlled.
En los primeros tiempos de la película, China sigue viviendo bajo un capitalismo informal, pero los cambios están en el aire. Un comité de vecinos viene para cuestionar a la casera sobre sus tenencias, pero se tranquilizó al saber que el patio es propiedad del estado, y ella ha reducido las rentas. Estos buenos ciudadanos entienden que la nación tiene que cambiar después de la revolución. Ellos hacen lo mejor de ellos para ir juntos, pero lo que ellos no entienden es que no existe un plan nacional racional. Las alas políticas, que cambian de dirección de periodo en periodo, funcionan solo para acabar con disidencia y la individualidad--para crear un clima de miedo en el que el país se puede controlar.