This is a surprisingly old-fashioned disaster movie. In point of fact its old-fashioned-ness is really the only surprising thing about this eye-popping 3D spectacle, directed by Paul W.S. Anderson, an adept handler of eye-popping 3D spectacle, as anyone familiar with the "Resident Evil" franchise will tell you, and in some areas of film fandom, tell you over and over again.
The destroyed-by-volcanic-eruption-in-ancient-times city of Pompeii is as old and venerated a cinematic subject as Frankenstein’s monster and train robberies. Working from a script by Janet Scott Batchler and Lee Batchler and others
Ésta es una asombrosamente anticuada película de desastre. En realidad su "anticuosidad" es realmente la única cosa sorprendente sobre este alucinante espectáculo 3D, dirigido por Paul W.S. Anderson, un manipulador experto de espectáculos 3D alucinantes, como cualquier persona familiarizada con la franquicia "Resident Evil" le dirá, y en algunas áreas del film fandom, le dirán una y otra vez.
La destruída por una erupción volcánica en tiempos antiguos ciudad de Pompeya es tan antiguo como venerado tema cinematográfico como los monstruos de Frankenstein y los robos a trenes. Trabajando desde un guión por Janet Scott Batchler y Lee Batchler y otros.
(the never-realized Pompeii project that Roman Polanski abandoned a few years back was to be from a Robert Harris novel),
Anderson offers up a narrative device older still, a rich-girl/poor-boy variant that finds doe-eyed tycoon’s daughter Aurelia (Emily Browning) falling hard for a Britannia-imported slave gladiator known for a while only as “The Celt,” but later revealed to possess the mighty name of Milo (Kit Harington, so ripped and buff as to make any ordinary man’s resolve to get to the gym more melt into a puddle of futility). Milo’s a bit of a horse whisperer, which helps him get closer to the young lady, who often seems in the vicinity of equine complaints.
(el proyecto nunca realizado de Pompeya que Roman Polanski abandonó hace unos años iba a ser hecho a partir de una novhela de Robert Harris), Anderson ofrece un estilo narrativo aún más antiguo, una variante del niña-rica/niño-pobre que encuentra a la hija del poderoso hombre y con ojos inocentes, Aurelia (Emily Browning) enamorándose poderosamente de un esclavo gladiador importado de Britannia conocido, durante un tiempo, solo por el nombre de "El Celta", pero que luego es sabido poseedor del nombre Milo (Kit Harington, tan macizo y en forma como para hacer parecer a cualquier hombre que su resolución de ir más al gimnasio es un charco de inutilidad). Milo tiene una cierta capacidad para comunicarse con los caballos, lo que lo ayuda a acercarce a la joven, quien frecuentemente parece cercana a quejas equinas.